Una vez disuelto el Tenerife S. C., los futbolistas Julio Fernández del Castillo y Rodríguez Bello iniciaron las gestiones para reorganizar la sociedad llegando además a un acuerdo con Caulfield. A comienzos de 1913 la presidencia de Juan Antonio Núñez hizo las gestiones para convertir el espacio en una superficie apta para la práctica deportiva. 25 de julio se celebró el primer partido, que enfrentó al Tenerife y el Marino Fútbol Club, con victoria de los chicharreros por 2-1 y una asistencia cercana a las 7000 personas.