Una de las camisetas polémicas más famosas es la que se inventó el pintor bilbaíno Darío Urzay en 2004. En el lienzo en blanco, el artista se inventó unas manchas de pintura roja con volumen que recordaban a manchas de Ketchup. Una de las formas más fáciles de identificar un producto falso es mirar todos los logos de la prenda.