Ganen o no en Francia este 7 de julio, para las y los estadounidenses, el gesto de llevar la camiseta de la selección femenina puesta ya no se ciñe estrictamente a lo deportivo, es también una declaración de intenciones contra las políticas y el discurso de odio que se fraguan en el país. Y en Estados Unidos, ya en 2015, el partido con el que la selección se consagró ganadora fue el partido más visto de toda la historia del fútbol en el país.