El resultado fue el evidente de la mala gestión tanto económica como deportiva llevada a cabo por la directiva y el equipo acaba descendiendo a la Tercera División quedando último del grupo II. Pepe Núñez, que era el presidente, insistió en que renovara contrato a pesar del descenso, pero yo estaba un poco cansado de tantos viajes, hoteles y, además, un poco decepcionado por el descenso.