Aunque la junta directiva tuvo que avalar 6,6 millones de euros frente a la competición por incumplir sus compromisos en materia de reducción del gasto deportivo, en especial de las secciones, el retraso en el pago dibujó una retirada en la mejora del fair play financiero culé. La última fue conseguida en el año 2016 frente a la Juventus en un empate a uno que se acabaron llevado los ‘rossoneri’ en penaltis.