“Es muy importante porque no siempre hay tantas oportunidades para las mujeres para jugar a fútbol y tener un espacio seguro donde jugar”, dice Sophia Axelsson, camiseta de holanda 2022 portera del equipo femenino. Son futbolistas anónimos y amateurs, jóvenes y no tan jóvenes, que en la inmensa mayoría de casos nunca llegarán a vestir la camiseta del Arsenal, el Tottenham o el Chelsea, ni siquiera a ganarse la vida pegando patadas a un balón.