En el 2004 me cambiaron un detalle en la camiseta que me dejaba sin sueño. Con una apariencia y textura similar a las originales, suponen una apetitosa oferta para los aficionados que no pueden permitirse los elevados precios de una camiseta original. Ir a recoger a una amiga a su trabajo- es la recepcionista de un chalet de lujo donde trabajan señoritas de afecto negociable- y al darle la dirección al taxista, me miró por el retrovisor y me dijo «Qué?