Francia era uno de los países en los que más activo era el movimiento para boicotear el Mundial del 78, si bien no había acuerdo entre aquellos que tenían como objetivo que el Mundial no se celebrara en un país donde se producían continuadas violaciones de los Derechos Humanos y los que pensaban que la celebración del torneo era indispensable para que el mundo conociera las atrocidades de la Junta Militar.